¿Contamina más un coche eléctrico o de gasolina?

El coche eléctrico se ha posicionado como una gran alternativa para reducir la contaminación y cuidar el planeta tierra. Así pues, en los últimos años se ha formado un debate sobre si el coche eléctrico contamina más que uno de gasolina. El avance de esta tecnología ha provocado que muchos usuarios busquen, además de un vehículo eficiente, que logre contaminar lo menos posible.

Sin embargo, ¿hasta qué punto un coche eléctrico es lo mejor para el medio ambiente? En este artículo vamos a analizar en profundidad cuál es el proceso de fabricación de ambos modelos de coches, los diferentes componentes y su impacto en la sostenibilidad.

Si queremos entender si un coche eléctrico como el Volkswagen ID.3 contamina más que un coche de gasolina, hay que empezar por los orígenes: el proceso de fabricación.

A pesar de que los coches eléctricos no emiten gases contaminantes al circular, su producción sí que requiere un alto consumo energético y de materiales que, en algunos casos, se traduce en un impacto ambiental considerable.

Veamos a continuación cuál es el proceso de fabricación de ambos vehículos:

• Vehículo de gasolina: durante la fabricación de un coche de gasolina se utilizan materiales comunes como el acero, el aluminio o el plástico, además de componentes eléctricos. Por otra parte, la gran diferencia la encontramos en el motor de combustión interna, que necesita de varias piezas pequeñas y un ensamblaje más complejo. Lo cierto es que este proceso tiene su impacto en la huella de carbono, aunque es cierto que suele ser menos intensivo en recursos que el de un coche eléctrico.
• Vehículo eléctrico: la fabricación de los coches eléctricos es algo más compleja debido a que requieren de componentes más específicos, como es la batería. Estas están fabricadas, en su mayoría, de litio, cobalto, níquel y otros metales que, para su extracción, se necesitan minas y procesos industriales que consumen una gran cantidad de energía.

El elemento que diferencia a un Volkswagen ID.4 de cualquier coche de gasolina. La batería es su corazón, es el epicentro de la energía y, uno de los motivos que más debate suscitan en cuanto a su impacto ambiental.

• Influencia en la producción: la fabricación de las baterías genera un impacto ambiental por culpa de los materiales que se utilizan y al proceso de producción en sí, consumiendo una elevada cantidad de energía. No obstante, hay una buena noticia: estas baterías son cada vez más eficientes, diseñadas para durar muchos años, reduciendo su impacto a lo largo de la vida útil del coche.
• Influencia en el reciclaje: cuando el vehículo llega al final de su vida útil, las baterías pueden ser recicladas. Asimismo, son muchos los fabricantes que están invirtiendo en mejorar las técnicas de reciclaje para reducir el impacto ambiental.

Aquí es donde el vehículo eléctrico toma ventaja ante uno de gasolina. Los coches de combustión emiten dióxido de carbono a la atmósfera (CO₂) y otros gases contaminantes que ponen en marcha el motor. En este sentido, el vehículo eléctrico no produce ninguna emisión directa mientras circula.

Esto quiere decir que los coches eléctricos generan menos contaminación al aire de las ciudades y ayudan a mejorar la calidad de vida de sus habitantes. 

No obstante, es importante hacer especial énfasis en el hecho de que, el coche eléctrico necesita cargarse por lo que la energía pueden provenir de fuentes no renovables.

Por ello, si la electricidad se genera a partir de fuentes como el carbón o el petróleo, el impacto ambiental estará presente, aunque eso si, de forma indirecta. Por el contrario, si la energía utilizada proviene de fuentes renovables, el impacto de la carga será menor.

Si queremos tener una visión más completa sobre qué contamina más, un coche eléctrico o de gasolina, hay que realizar una evaluación del impacto medioambiental que generan ambos durante su vida útil.

• Vehículo de gasolina: si tenemos en cuenta que el proceso de fabricación puede ser menos contaminante que el de un modelo eléctrico, el impacto que genera durante su vida útil hace que sea menos sostenible.
• Vehículo eléctrico: durante su proceso de fabricación se genera más impacto, pero, a lo largo de su vida útil y gracias a la ausencia de emisiones, genera más beneficios para el medioambiente.

Lo cierto es que la respuesta puede variar dependiendo del enfoque que se le quiera dar. Si hablamos estrictamente de emisiones durante el uso diario y la vida útil, el coche eléctrico toma ventaja frente a los coches de combustión.

En suma, el coche eléctrico cuenta con el potencial suficiente para convertirse en una alternativa más ecológica que el vehículo de gasolina, sobre todo si se logra optimizar la producción de baterías usando energías renovables.

Desde Volkswagen Canarias creemos que la transición hacia un modelo de transporte más sostenible solo depende de seguir mejorando estos aspectos y reducir la huella ecológica.