Cuál es la vida útil de las baterías de un coche eléctrico

Empecemos por el principio: las baterías de iones de litio alimentan a los coches eléctricos puros. Este tipo de celda de batería recargable es perfecta por su mayor densidad de energía en relación con las baterías de plomo-ácido o de níquel-cadmio.

Esto quiere decir que la fuente de energía ocupa menos espacio, por lo que hoy en día las baterías recargables de iones de litio se utilizan en dispositivos electrónicos tan variados como teléfonos móviles, tablets y, cómo no, coches eléctricos.

Sin embargo, en realidad la batería de un coche eléctrico no es simplemente una batería grande. Y es que varios módulos componen un paquete, y cada uno de ellos puede contener cientos de celdas individuales.

El funcionamiento de las baterías es sencillo: se conectan al motor del vehículo, lo que hace girar las ruedas. Si se acelera, se envía potencia al motor y se consume la energía almacenada en la batería. Las baterías de los vehículos eléctricos se cargan cuando están enchufados y se descargan cuando están en uso.

Así, la repetición de este ciclo de carga y descarga degrada la batería con el tiempo, dado que se reduce la cantidad de carga que puede contener la batería. Por este motivo, aumenta el tiempo necesario para recargar la batería.

La clave es que los ciclos de carga afectan a la esperanza de vida de la batería de un coche eléctrico, aunque también existen otros factores que pueden afectar a su duración. Por ejemplo, no es una buena combinación con el calor, por lo que casi todos los vehículos eléctricos cuentan con paquetes refrigerados por líquido.

En cualquier caso, en las zonas más cálidas, se degradarán más rápido. Al igual que sucede si las temperaturas son extremadamente frías. De este modo, los coches eléctricos sufren más en ciertas regiones del planeta.

Además, aunque los coches eléctricos pueden hacer uso de las estaciones de carga rápida de nivel 3, su sobreutilización puede acortar la vida útil de las baterías. Es lógico que muchos usuarios las utilicen, puesto que estas estaciones de corriente continua y alto voltaje pueden recargar la batería de un vehículo eléctrico hasta en un 80% en unos 30 minutos.

No obstante, este proceso genera calor en la batería y, por consiguiente, afecta a su rendimiento a largo plazo. Como todo en la vida, los excesos nunca son buenos, y en el caso de las baterías es lo mismo. Lo ideal es mantenerlas siempre entre el 20 y el 80% de su capacidad.

Se estima que la batería de un coche eléctrico debe durar, como mínimo, ocho años o 150.000 km, esto es, alrededor de 3.000 ciclos de carga. Algunas marcas incluso ofrecen aún más protección, como la garantía de por vida de la batería.

Sea como fuere, se considera que, pasado ese tiempo, la batería disminuirá su capacidad a un 75%, por lo que, en teoría, tendría todavía bastante vida por delante a pesar de mermar sus prestaciones.

Para proteger la compra de un coche eléctrico, es aconsejable leer con detenimiento la garantía, dado que algunos fabricantes solo cubren el paquete en casos de falla total, mientras que otros ofrecen un conjunto de reemplazo si la unidad cae a un determinado porcentaje de su capacidad pico.

Normalmente, la batería no necesita mantenimiento, aunque se pueden hacer acciones para garantizar que siempre esté en perfectas condiciones. Es importante saber que un fallo en las baterías de los coches eléctricos podría suponer averías en otros elementos del automóvil que se nutren de la misma.

Es vital ser rigurosos con el cambio del líquido refrigerante de la batería, lo que normalmente ocurre a los 170.000 km y luego cada 120.000 dependiendo del fabricante.

También hay que estar pendiente de que la autonomía de la batería no se reduzca notablemente, lo que indicaría un mal funcionamiento y una posible avería. La mayoría de los vehículos eléctricos, por no decir todos, muestran en tiempo real los kilómetros que restan a la batería mediante el ordenador de abordo.

La batería es un elemento caro que, según el fabricante, puede superar los 5.000€. Lógicamente, cambiar la batería es uno de los argumentos que contraviene uno de los pilares de los coches eléctricos: sus bajos costes de mantenimiento.

Pero, en muchas ocasiones, solamente es necesario cambiar una o varias celdas de la misma y no toda, por lo que el coste es muy inferior a la cifra anterior.

Aún así, muchos fabricantes ofrecen garantías separadas para las mismas; en algunos casos, la garantía es incluso superior a la del propio coche. Otra alternativa es contar con la batería en régimen de alquiler mediante el abono de una cuota mensual.

Como curiosidad, según el portal Consumer Reports a la pregunta de cuánto duran las baterías de los coches eléctricos, su vida media supera los 320.000 km. Así las cosas, recorriendo unos 20.000 km anuales, se podrá usar durante 16 años. Casi nada.